La bala que acaricia el corazón
P.G. Jara, realiza una notable proeza escritural al aplicar las técnicas propias del cuento breve a una novela estructurada según los cánones de esta última. Relato que acude al mundo del hampa, caro al escritor, tratado con su siempre punzante ironía, obliga al lector a una lectura creativa por los numerosos lugares de indeterminación del texto, que por esta vez sitúa la acción, no en su querido Chile Chico, sino en el Norte Grande de Chile, para crear de paso una metáfora entre la pureza de un sur entrañable y la corrupción del ajeno norte.